Me sugiere un amigo mío, tras leer mi comentario anterior,
que empiece también a odiar la frase “sí o sí”, que vendría a ser la hermana
gemela del “como no podía ser de otra manera”. Me parece muy bien: desterrémosla,
junto a
“es lo que toca” (otra sugerencia de mi amigo). Es más: ampliemos la
prohibición a todas las frases que florecen en tiempos de crisis: Olvidemos “ la que está cayendo”, “capeando el temporal “,
“aguantar el chaparrón”, “cuando escampe” y otras metáforas metereológicas. Prohibido referirse a “los de siempre” (que son siempre distintos, según quién
habla), y decir que se ve (o no se ve) la luz al final del túnel.
Otro día hablaremos de las prohibiciones en el terreno sentimental: Se acabaron los matrimonios que funcionan. Y los que no funcionan también.
viernes, 19 de abril de 2013
jueves, 4 de abril de 2013
Como no podía ser de otra manera
De todas las frases en boga la que más me molesta es ésta, en la que el
autor del parlamento empareja la ocurrencia de turno con lo inexorable: “Y, como no podía ser de otra manera, haremos
esto o lo otro”, dicen, y a continuación plantean cualquier memez. Y me pregunto yo: ¿por
qué no podía ser de otra manera? ¿Por qué me cuelas de rondón tu paradigma, sin pedirme permiso? ¿Por qué no te molestas al menos en
justificar lo que me cuentas? Asumen que estamos de acuerdo con su opinión y la
sueltan sin despeinarse, apoyados en una
subordinada de sintaxis deplorable y utilidad nula. No será usted tan imbécil
de no pensar como yo; no pretenda que me canse explicándome, te están diciendo en el subtexto de su ridícula
muletilla. Pues bien, que se sepa: Las cosas podrían ser de otra manera. La realidad podría ser menos ramplona, menos acomodaticia, menos previsible. Las soluciones podrían ser menos obvias, más curradas. Empecemos por el lenguaje.
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